NUESTRO GALLO SE VA A LAS CUEVAS DE SACROMONTE CON LA ESTUPENDA ANA LARA
Nuestro
gallito estaba este mes de Julio hasta la mismísima cresta, porque quería
volar, a pesar de que donde va hace calor, mucho calor, más o menos como aquí.
Pero es que su destinataria, la muy ladrona, se nos había ido de viaje a
tierras escocesas (envidia de la mala te tenemos). A estas alturas cualquiera
que lea romántica y pulule por las redes, sabe que este gallo es un gallo muy
merecido, porque Ana Lara es el tipo de librera a la que adoramos, es uno de los
eslabones más importante de la cadena de lectura.
Ana Lara es
una rubia con cabeza estupendamente amueblada, librera de profesión y vocación,
granadina de nacimiento. Lectora voraz desde su infancia, siempre rodeada de
libros, Licenciada en Geografía e Historia (tenemos debilidad por esos estudios
¿por qué será?) dado que eso de dar clase como que no le iba (sabia que es la
chica), decidió después estudiar algo tan bonito como Relaciones Públicas y
Protocolo, por eso de que el orden y las cosas en su sitio le encantan. Pero
tampoco ha ido por ese camino su vida profesional, a la vista está.
Dado que la
Sra. Lara no puede estarse quieta, comenzó a trabajar en una librería y esa
casualidad hizo que fuera posible lo que viene después y por lo que, desde aquí,
le damos las gracias. Su jefe, según nos cuenta, era algo “especial”, lo que
dio lugar a serias “diferencias” que acabaron con Ana pensando “¿y si pongo yo
una librería?” Y se nos tiró a la piscina, primero como una papelería
prácticamente, porque en este mundo se
come, se vive y se pagan facturas. A la hora de escoger el nombre lo tuvo
claro: CALA, y, no, no es una flor, no es una forma de probar la sandía, ni una
playa, son las iniciales de los apellidos de su hija.
Ana Lara
lleva ya doce años al pie del cañón, doce años en los que su librería ha
crecido y desde la que, de forma incansable, pretende fomentar la lectura
(podían aprender las administraciones).
Su relación
con la novela romántica es larga, aunque como la de todos, con vacíos en el
tiempo. Ana adora la novela histórica (igual que nosotros) y un buen día,
después de un tiempo de sequía de romántica, como buena librera y dado que
estaba vendiendo como rosquillas 50 sombras, decidió leerlo e hizo muy bien,
porque retomó la sana afición de leer
sobre amoríos de nuevo.
Sobre la novela
romántica dice algo en lo que tenemos
que coincidir con ella al 100% “Me di cuenta de que me hacía feliz leer estos libros, que sonreía con
ellos o que era capaz de dejarlo todo por leer”
Esa pasión, que es la misma que nos mueve a nosotras, la hizo buscar
lectores como ella, intercambiar opiniones, risas y trabar amistades. Lo
siguiente fue hacer un Club de Lectura en su librería, en el que se reúnen
todas las semanas.
Igual que
nosotras, Ana Lara rompe una lanza por la novela romántica, que nada tiene que
ver con esos clichés o prejuicios: las lectoras de romántica ni somos ñoñas, ni
somos incultas, ni estamos faltas de amor, ni mucho menos soñamos con pescar un
machote rico que no adore y esas cosas. Simplemente disfrutamos con los buenos
libros.
Tras leer
esto supondréis, aunque ya decimos que el Gallo Rayano se lo damos a quien
entendemos lo merece y no tenemos que dar explicación, porque nuestro Gallo se
moría por volar a tierras granadinas. La lectura de la novela romántica, igual
que toda lectura, depende en gran parte del librero, de ese librero que sabe
qué vende, qué aconseja, que es capaz de decirte para ti este libro, que se
entusiasma y que tiene la novela adecuada para cada cliente. Y esa es Ana Lara.
GRACIAS ANA
LARA, DESDE AQUÍ, POR DECIR EN ALTO LEO, RECOMIENDO Y PROMOCIONO LA ROMANTICA.
Su librería
la podéis encontrar en Macarena, a escasos 3 km de Granada, en la Plaza de Sor María Luisa, 4
En Facebook https://www.facebook.com/libreriapapeleriacala/ y https://www.facebook.com/profile.php?id=100007697659268&fref=ts
y en twitter @papeleriacala
Nos
despedimos, con el protector solar y el Gallo de agosto en bañador, que le
gusta mojarse las plumas.